¿Quieres ayudar al programa de conservación de la foca monje?

Desde la Fundación CBD-Hábitat queremos seguir trabajando como hasta ahora en la conservación de la Foca Monje. En los últimos 10 años hemos logrado que el número de ejemplares de la colonia de la “Reserva de la Costa de las Focas” en el Sahara Atlántico, Mauritania, se duplique, pero todavía queda mucho por hacer. Sobre todo tenemos que mantener la vigilancia continua para preservar el hábitat que hemos sido capaces de recuperar, y tenemos que buscar nuevos lugares de expansión para la colonia.
¿Quieres ayudarnos? Hay varias formas de hacerlo:

  • Haciéndote socio;
  • Financiando proyectos concretos;
  • Patrocinios;
  • Difusión.

Más información:

http://www.mediterraneanmonkseal.org/?page_id=132

Acciones de conservación con el Águila imperial ibérica.

Para nosotros “la imperial” es muy especial, y una de las primeras especies con la que empezamos a trabajar directamente en conservación. Endémica de la Península ibérica, ocupa el cuadrante suroccidental. Se trata de una de las aves más amenazadas y estuvo al borde de la extinción. Es una especie especialista del monte mediterráneo y de su presa principal, el conejo de monte, por lo que su supervivencia se halla ligada a la presencia de estos hábitats y de esta presa.

Desde hace muchos años realizamos acciones directas en su conservación como:

  • Incremento de la productividad, con alimentación suplementaria y fomento del conejo de monte, su presa principal (la productividad promedio actual es de 1,13 pollos, con un 38% de casos de mortalidad de pollos por cainismo, 18% por caídas de nidos, 15% por desnutrición o enfermedades, etc.);
  • Radioseguimiento, para el conocimiento aplicado y para conocer los hábitos y el comportamiento de la especie. Además, gracias a la colocación de cámaras de fototrampeo en muladares (y otros puntos) se obtienen otros valiosos datos;
  • Vigilancias, control y reconstrucción de nidos, lucha contra el uso ilegal del veneno (hasta el 45% de la mortalidad, con 120 imperiales envenenadas desde 1990), etc. ;
  • Caracterización de tendidos eléctricos peligrosos para su corrección: las electrocuciones son una de las mayores causas de mortalidad, llegando al 52%;
  • Seguimiento y censos: participamos en los censos en varias CCAA. Actualmente se estima que hay más de 520 parejas de Águila imperial en España, y otras 16 recientemente ocupados en dos regiones de Portugal (datos de 2017);
  • Divulgación y sensibilización: especialmente con propietarios de fincas privadas donde residen águilas (el 80% de los nidos se sitúan en terrenos privados) y con ganaderos;
  • Además, los trabajos con el Águila imperial favorecen la conservación de otras especies como el águila real, el alimoche, el buitre negro y los milanos: es el llamado «efecto paraguas».

Y es que las mayores amenazas para las imperiales son la alta mortalidad juvenil por venenos; la electrocución en tendidos eléctricos; la baja productividad por la escasez del conejo; y las alteraciones del hábitat (transformación forestal, infraestructuras, etc.). Y, por tanto, los mayores avances en su conservación han sido la detección y corrección de tendidos eléctricos peligrosos, las campañas antiveneno y la alimentación suplementaria; además del conocimiento de su biología para aplicarla en conservación. Otro dato positivo son los incrementos promedio de 24 parejas al año de los últimos tiempos. Y, recientemente se aprobó una nueva “Estrategia para la conservación del águila imperial en España y Portugal” con objetivos operativos muy concretos*.

Más información:

http://2020.cbd-habitat.com/wp-content/uploads/2018/07/ACCIONES-DE-CONSERVACI%C3%93N-CON-EL-%C3%81GUILA-IMPERIAL.pdf

*Estrategia para la conservación del águila imperial en España y Portugal (Ministerio de Transición Ecológica, 26-julio-2018):

https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/publicaciones/estrategiaconservacionaguilaimperial_es_pt_tcm30-468403.pdf

Foto: juvenil del año de Águila imperial ibérica.

La conservación de gacelas, antílopes y otras especies sahelo-saharianas.

Desde 2007, la Fundación CBD-Hábitat ha colaborado con la “Asociación Nature Initiative” (Dakhla), el “Alto Comisariado de Aguas y Bosques y de la Lucha contra la Desertificación” de Marruecos (HCEFLCD), e investigadores de la “Estación Experimental de Zonas Áridas” (CSIC, Almería) en proyectos de conservación “in situ” y de reintroducción de gacelas saharianas, con el objetivo de preservar las últimas poblaciones libres y de reintroducir las especies desaparecidas en su hábitat natural. En el marco de esta colaboración, se creó una estación de aclimatación en la región de Safia, que alberga especies desaparecidas, como el antílope o gacela mohor (Nanger dama mhorr), el Adax (Addax nasomaculatus) y el avestruz de cuello rojo (Struthio camelus camelus). Además, se estableció un sistema de vigilancia contra la caza furtiva con el objetivo de garantizar la reintroducción efectiva de esas especies, y la protección de las últimas poblaciones en libertad de la Gacela dorcas saharaui (Gazella dorcas neglecta). En resumen, los objetivos son:

  • Colaboración con entidades de conservación locales.
  • Reintroducción de fauna sahariana extinta.
  • Vigilancia y lucha contra el furtivismo.
  • Sensibilización y divulgación.

El Sahara albergaba la mayor riqueza de especies de ungulados de los desiertos, con siete especies: el arruí, el oryx cimitarra, el adax, y las gacelas dama, cuvier, dorcas y blanca (o cornifina). Esta riqueza es consecuencia de la antigüedad del Sahara, y de su posición entre Asia y el África subsahariana como origen de especies. Las dos especies de máxima adaptación al desierto son el adax y la gacela blanca, propias de los grandes “ergs” arenosos. Todos esos ungulados fueron muy abundantes hasta hace poco, pero hoy en día todas están muy amenazadas por la caza furtiva, estando ya extintos el oryx y la gacela dama mohor. En concreto, el Sahara atlántico tuvo seis de las especies (todas menos la gacela blanca), pero actualmente solo sobreviven poblaciones viables de gacelas dorcas (foto 1). Los ilustres naturalistas Cabrera (1932), Morales (1949) y Valverde (1957) ya advirtieron a mediados del siglo XX del problema. Sobre las gacelas Eugenio Morales Agacino escribió tristemente en 1949:

“Las gacelas no fogueadas presentan un comportamiento, ante la aparición de un coche, verdaderamente insospechado; son de una ingenuidad venatoria que maravilla. Lo ven llegar, observan cómo se para, miran a los hombres cómo cargan sus armas, oyen silbar las balas, escuchan las detonaciones de los disparos y nada, tan inmóviles como al principio. Cae una de ellas, y continúan impasibles con las orejas en expectación”.

Actualmente lo citado por Morales no es así, y las pocas gacelas supervivientes huyen rápidamente ante la presencia humana en vehículos todoterreno, que lamentablemente a veces las alcanzan por persecución y agotamiento en las amplias llanuras del desierto. Y es que el gran problema de la conservación de estas emblemáticas especies del Sáhara es el furtivismo, y las pocas poblaciones se refugian en zonas apartadas, abruptas y complicadas para los vehículos y las armas de fuego. En la Fundación CBD-Hábitat hemos trabajado duro en la conservación de están duras y señeras especies saharianas.

Foto 1: macho de gacela dorcas (Gazella dorcas) en el Sahara atlántico. Antes muy abundante, hoy en día sus poblaciones son muy reducidas, aunque sobreviven, no como sus congéneres los oryx cimitarra y los mohor.

Más información:

http://2020.cbd-habitat.com/conservacion-y-reintroduccion-de-gacelas-antilopes-y-otras-especies-sahelo-saharianas/

Estación Experimental de Zonas Áridas:

http://www.eeza.csic.es/es/d_cesp.aspx

Association Nature Initiative (A.N.I), Dakhla:

http://www.magornitho.org/2011/06/association-nature-initiative-dakhla/

https://www.facebook.com/Association.Nature.Initiative/

Asociación Harmush:

https://harmusch.wordpress.com/

El descubrimiento de la colonia de focas monjes del Sahara

Fue en las navidades de 1945 cuando Eugenio Morales Agacino descubrió la última colonia de focas monjes en el Sahara. Morales fue un pionero de la conservación de la naturaleza, un eminente biólogo y entomólogo, y uno de los primeros científicos españoles que recorrieron el desierto con ojos de naturalista. Descubrió la colonia de focas monje (Monachus monachus) en Cabo Blanco (entonces Rio de Oro), en el paraje de “Las Cuevecillas” el 26 de diciembre de 1945 (foto 1). Se asomó a las cuevas (que definió como»grandes capillas catedralinas») y contó 20 focas, tomó las pioneras fotografías de la colonia y lo publicó en 1950 en la revista Mammalia con amplia repercusión. Allí hay una cueva que tiene el nombre de Cueva Morales.

Actualmente la colonia constituye la Reserva Costa de las focas”, en Mauritania, gestionada por la Fundación CBD-Hábitat, siendo la mejor y más abundante población de esta emblemática y amenazada especie.

Naturalista de amplios conocimientos, sus trabajos abarcaron los mamíferos, los ortópteros, las plagas de langosta del desierto , y fue comisionado de la FAO. Publicó 128 artículos y describió 60 nuevas especies, fundamentalmente de ortópteros y mamíferos (dos especies de musarañas, una subespecie de gacela, etc.). Inspirador de otros investigadores como Tono Valverde, ambos fueron determinantes para que el Estado español adquiriera en los años 60 terrenos que hoy conforman el PN de Doñana. Gran africanista y estudioso del desierto realizó varias expediciones al Sahara:

En 1932 realizó su primer viaje a Marruecos para recoger muestras entomológicas y “Datos sobre mamíferos marroquíes”. En 1941 empezó a trabajar en la Estación de Fitopatología de Almería y realizó una expedición para estudiar las migraciones de la langosta del desierto. En octubre del mismo año pateó por primera vez el Sahara para el seguimiento de las langostas, región que volvió a visitar un año después. En esta última expedición siguió el curso de Saguia el Hamra terminando en La Güera, ya en la zona costera y de las focas (figura 1). Además, descubrió tres estaciones de pinturas y grabados rupestres en la Saguia. Enamorado del Sahara, “romántico profesor”, gustaba recorrer el desierto como los saharauis, despacio y en dromedario, “barracando” donde le pillaba la noche. Para nosotros es y será el descubridor de la mayor colonia de focas monje.

Foto 1: Eugenio Morales Agacino descubrió la colonia de focas monje de Cabo Blanco el 26 de diciembre de 1945.

Figura 1: Pagina del cuaderno de campo de Eugenio Morales Agacino con anotaciones y dibujos sobre focas monjes observadas el 30-12-1945.

Más información:

https://biblioteca.uam.es/ciencias/Exposiciones/EMAExpoVirtual/expovirtual_biografia_archivos/DHC-UAM-Eugenio-Morales.pdf

El Proyecto Life “Feeding Scavengers” mejora el hábitat alimenticio de las aves necrófagas

El proyecto Life+ europeo, que se ha desarrollado durante cuatro años, ha contribuido a mejorar poblaciones de aves necrófagas como el buitre negro, el alimoche y los milanos. El uso de cadáveres para la alimentación de estas especies es una forma de gestión tradicional, sostenible, limpia, legal y gratuita. En el proyecto participan la Fundación CBD-Hábitat, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León. Además de los tres socios, en el proyecto colaboran 550 explotaciones ganaderas y una treintena de asociaciones, cooperativas y organizaciones ganaderas. Los trabajos han finalizado en diciembre de 2018.

La recuperación de la ancestral relación entre los ganaderos y las aves necrófagas es el centro del proyecto. Esta iniciativa se desarrolla en 26 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAS) de la Red Natura 2000 de Castilla y León. En total, afecta a 784.050 hectáreas de las provincias de Salamanca, Ávila, Valladolid, Segovia, Burgos y Soria, que albergan algunas de las mayores poblaciones de aves necrófagas de Europa. El proyecto ha incluido 28 reuniones informativas sobre gestión de cadáveres como alimento para aves necrófagas. Los ganaderos deben solicitar una autorización y así pueden dejar cadáveres en lugares accesibles para las aves. Los requisitos son que el depósito sea anotado en un libro de registro (con cuatro datos: especie, peso aproximado, identificación -número crotal- y fecha); y que no se dejen cerca de viviendas, carreteras o caminos, manantiales, arroyos o ríos, tendidos eléctricos o cualquier otro lugar que pueda suponer riesgo o molestia. Al beneficio económico y ahorro de tiempo para el ganadero y al beneficio para las aves necrófagas se suma la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, al eliminar el transporte y las emisiones de la incineración de los cadáveres.

Y es que la denominada crisis de las vacas locas de finales de los años 90 conllevó la prohibición del abandono de cadáveres en el campo, con consecuencias para las aves necrófagas; y afectando particularmente a España, que alberga las mayores poblaciones de la Unión Europea. Se ha estimado que la presencia de cadáveres de ganado en el campo se redujo en más del 80 %.

El Life+ “Feeding Scavengers” ha potenciado, por un lado, el restablecimiento de las condiciones naturales con la aparición de carroñas en el campo de manera dispersa e impredecible, sin amontonamientos y evitando acumulaciones de cadáveres; y por otro, en cantidad suficiente, accesible y segura para la alimentación de aves carroñeras. La especie conductora para lograr este objetivo ha sido el buitre negro, especie prioritaria de interés comunitario, cuyo hábitat natural de alimentación se caracteriza precisamente por la aparición de cadáveres de mediano tamaño de ganado doméstico o animales silvestres frente a las de mayor tamaño -vacas, equinos-. Esta dispersión e impredecibilidad constituye la verdadera vuelta al patrón natural de alimentación de las necrófagas, adaptadas a prospectar amplias zonas en busca de alimento. De esta forma, se evitan amontonamientos puntuales de alimento que favorecen al buitre leonado, más abundante, frente al resto de especies del gremio como el buitre negro, alimoche y milanos.

Otro objetivo del proyecto es mantener parámetros reproductores adecuados, facilitando la recolonización de áreas de reproducción del buitre negro y el alimoche, disminuyendo la mortalidad asociada al uso ilegal de veneno. Las actuaciones contribuirán igualmente a mitigar posibles conflictos entre las aves necrófagas y el colectivo de ganaderos y contribuirá a la revalorización de la ganadería extensiva.

Desde la Fundación CBD-Hábitat hemos trabajado duro estos cuatro años para revertir en parte estos problemas.

Más información:

http://www.lifefeedingscavengers.com/

http://2020.cbd-habitat.com/buitre-negro-y-otras-aves-necrofagas/

https://www.salamanca24horas.com/texto-diario/mostrar/1290418/life-scavengers-mejora-habitat-alimenticio-asentamiento-aves-necrofagas-castilla-leon