La Fundación CBD-Hábitat trabaja en la conciliación de conflictos por conejos de monte (II)

En la Fundación CBD-Hábitat llevamos desde nuestros orígenes trabajando por el conejo de monte como especie clave de los ecosistemas mediterráneos, y especie presa fundamental de depredadores emblemáticos como el lince ibérico o el águila imperial ibérica. En 2019, se constituyó un Grupo Operativo para la “Prevención de daños a la agricultura producidos por el conejo” (“Proyecto PreveCo”), coordinado por WWF, para profundizar en el conocimiento de las poblaciones más densas de conejos y su relación con la agricultura. Así, estamos en una “alianza entre conservacionistas, agricultores e instituciones para prevenir los daños del conejo en los cultivos”, y suavizar el conflicto. Es evidente que existen zonas agrícolas donde los conejos ocasionan daños a la agricultura, sobre todo en cereales, olivar y viñedos. Por eso pretendemos recopilar información y lograr una imagen realista de cuáles son las causas, los cultivos y zonas afectadas, y los métodos para la prevención. La colaboración entre administraciones, organizaciones profesionales, científicos y ONG ambientales con experiencias diferentes permitirá evaluar el tipo de acciones más adecuadas.

Este grupo, de carácter supraautonómico y enmarcado dentro del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014/2020, está coordinado por la organización conservacionista WWF, y en él participamos como miembros beneficiarios la Fundación CBD-Hábitat, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), y la empresa Fomecam; Agroseguros, la Dirección General de Política Forestal y Espacios Naturales de la Junta de Castilla-La Mancha, y la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura, como socios colaboradores; y el Instituto de Biología de la Conservación (IbiCo) como miembro subcontratado.

La agricultura es un sector primario esencial que se desarrolla en estrecha relación con el medio ambiente. Pretendemos abordar el conflicto de una forma integral, con medidas preventivas, y con el objetivo de reducir las pérdidas económicas causadas, que pueden afectar a más de 40.000 hectáreas anuales. Las medidas que se van a testar son, en su mayoría, sistemas tradicionales, acompañados de otras más modernas. El proyecto debe concluir con la publicación de unas recomendaciones generales de los métodos más adecuados para la prevención de daños en cada situación.

La situación del conejo de monte podría considerarse en estos momento como “bipolar”; por un lado con conflictos con el sector agrícola; y por otro lado la problemática por su escasez y consecuentemente con medidas de fomento allí donde la especie está en declive, y es fundamental como especie presa y clave de los ecosistemas mediterráneos (la UICN la cataloga en 2019 como “En Peligro”).

En resumen, con el objetivo de hacer compatible la agricultura con el medio ambiente y con un buen estado de la especie, participamos en el “Proyecto PreveCo”, y en este año 2020 seguiremos profundizando en esta línea de trabajo, enmarcada en los objetivos de la Fundación de trabajar con las personas que conviven en el medio natural, y la resolución de conflictos.

Más información:

La Fundación CBD-Hábitat trabaja en la conciliación de conflictos por conejos de monte (I)

PreveCo, un proyecto para reducir los daños de los conejos a la agricultura  WWF España

Nace PreveCo, un proyecto para reducir los daños de los conejos a la agricultura. UPA, Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

Conejo silvestre (Oryctolagus cuniculus), UICN Red List of Threatened Species 2019

El Programa de Conservación de la foca monje se desarrolla bajo el marco de la Convención de Especies migratorias

Las migraciones de los animales implican la mayoría de las veces franquear los límites jurisdiccionales de las naciones. Por ello, se hace necesario adoptar acuerdos internacionales con acciones concertadas por los Estados dentro de cuyo territorio atraviesan las especies migratorias alguna parte de su ciclo. El principal tratado internacional en este sentido es el realizado en Bonn bajo los auspicios del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y en vigor desde el 1 de noviembre de 1983, y en España desde el 1 de mayo de 1985. El convenio (CMS) pretende la conservación de la fauna migratoria mediante la adopción de medidas de protección y conservación del hábitat, concediendo particular atención a aquellas especies cuyo estado de conservación sea desfavorable. El convenio incluye dos apéndices. El Apéndice I incluye las especies migratorias que se consideran amenazadas. Las especies migratorias que necesitan o se beneficiarían considerablemente de una cooperación internacional figuran en el Apéndice II de la Convención. Por esta razón, la Convención anima a los estados del área de distribución a crear acuerdos globales o regionales. A este respecto la CMS actúa como una convención marco. Los acuerdos pueden variar desde tratados legalmente vinculantes (llamados Acuerdos) a instrumentos menos formales, como los Memorandos de Entendimiento, y pueden adaptarse a las necesidades de cada región en particular.

En el caso concreto de la foca monje hay que decir que el tamaño de la población frente a la costa atlántica de Mauritania se está recuperando después de siglos de declive continuo. La colonia más grande de la especie en la península de Cabo Blanco se ha más que triplicado en 15 años. Gracias a la implementación efectiva de un Plan de Acción regional, ahora cuenta con aproximadamente 400 individuos. Hace dos décadas, la colonia de Cabo Blanco estaba al borde de la extinción, pero el Plan de Acción bajo la CMS ha logrado cambiar el rumbo. Un programa similar ahora emula la estrategia exitosa para la conservación de una colonia más pequeña de la especie en las islas Madeira. Las focas monje del Mediterráneo (Monachus monachus) solían prosperar en todo el Mar Mediterráneo, desde el Océano Atlántico oriental hasta el Mar Negro. Desde el siglo XV, las focas fueron cazadas por su piel, piel, carne y grasa. Estas persecuciones masivas, junto con el rápido desarrollo de las áreas costeras, diezmaron una gran parte de las poblaciones y condujeron a las focas, anteriormente acostumbradas a descansar y reproducirse en playas abiertas, a cuevas aisladas en alta mar. A principios del siglo XX, la especie parecía haberse extinguido, hasta que se descubrió la colonia junto a la península de Cabo Blanco en 1945. Medio siglo después, durante la reunión de la COP de 1994 en Nairobi, las Partes de la CMS alentaron a los Estados del área de distribución a emprender una acción concertada para la conservación de las focas monje. En 1997, un brote de toxinas de algas en la cadena alimenticia causó una muerte masiva en Cabo Blanco, matando alrededor de 200 focas, ¡dos tercios de una colonia que anteriormente contaba con 350¡. Esta mortalidad masiva impulsó medidas de conservación para proteger los animales supervivientes. En el marco de la CMS, España inició un Plan de Acción en 2000 y lo ha implementado junto con Mauritania, Marruecos y Portugal. En 2007, los cuatro países concluyeron un Memorando de Entendimiento (MOU) para proporcionar el marco legal e institucional intergubernamental para la implementación adicional del Plan de acción. La Fundación «CBD-Habitat» ha liderado el programa desde su inicio y lo ha llevado a cabo en cooperación con la ONG mauritana «Annajah». El programa se basa en tres pilares:

  1. Un tramo costero de 7 km ha sido protegido como Reserva «Costa de las Focas». Esta es una sucesión de acantilados con cuevas arenosas inaccesibles, donde las focas se reproducen y descansan. Se han restringido las actividades de pesca en las aguas circundantes, así como el acceso de personas a los acantilados.
  2. Los programas educativos han aumentado la conciencia entre las comunidades locales y han proporcionado a los pescadores artesanales capacitación en pesca segura y sostenible.
  3. El despliegue de nuevas tecnologías facilitó el monitoreo de las focas. Se colocaron cámaras de alta resolución 4K capaces de autolimpiarse y repararse, y se adaptaron a las turbulentas aguas del interior de las cuevas de cría. Las “pulseras” GPS colocadas en las aletas traseras de las focas revelan sus movimientos en la mar, y ayudan al conocimiento aplicado y por tanto a mejorar la protección de la colonia.

Hasta ahora, el Plan de Acción ha arrojado resultados impresionantes. El tamaño de la población de Cabo Blanco ha excedido el nivel anterior a 1997 y las focas monje vuelven a hacer uso regular de las playas abiertas de la reserva.

En resumen, la Convención sobre la conservación de las especies migratorias de animales silvestres («Convenio de Bonn») persigue conservar las especies marinas y terrestres y de aves migratorias en todo su ámbito de aplicación. La foca monje del Mediterráneo es un claro ejemplo. La Convención fue firmada en 1979 en Bonn (de ahí su nombre) y entró en vigor en 1983. Como se ha dicho es un tratado intergubernamental, concluido bajo la égida del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que se ocupa de la conservación de la vida silvestre y de los hábitats a una escala internacional.

Más información:

Convention on the Conservation of Migratory Species of Wild Animals

Pagina oficial del Convenio de Bonn

Convenio de Bonn MITECO

Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias MITECO

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)

Proyectos de la foca monje Fundación CBD-Hábitat

Programa de Conservación de la foca monje Fundación CBD-Hábitat