Acciones de conservación con el Águila imperial ibérica.

Para nosotros “la imperial” es muy especial, y una de las primeras especies con la que empezamos a trabajar directamente en conservación. Endémica de la Península ibérica, ocupa el cuadrante suroccidental. Se trata de una de las aves más amenazadas y estuvo al borde de la extinción. Es una especie especialista del monte mediterráneo y de su presa principal, el conejo de monte, por lo que su supervivencia se halla ligada a la presencia de estos hábitats y de esta presa.

Desde hace muchos años realizamos acciones directas en su conservación como:

  • Incremento de la productividad, con alimentación suplementaria y fomento del conejo de monte, su presa principal (la productividad promedio actual es de 1,13 pollos, con un 38% de casos de mortalidad de pollos por cainismo, 18% por caídas de nidos, 15% por desnutrición o enfermedades, etc.);
  • Radioseguimiento, para el conocimiento aplicado y para conocer los hábitos y el comportamiento de la especie. Además, gracias a la colocación de cámaras de fototrampeo en muladares (y otros puntos) se obtienen otros valiosos datos;
  • Vigilancias, control y reconstrucción de nidos, lucha contra el uso ilegal del veneno (hasta el 45% de la mortalidad, con 120 imperiales envenenadas desde 1990), etc. ;
  • Caracterización de tendidos eléctricos peligrosos para su corrección: las electrocuciones son una de las mayores causas de mortalidad, llegando al 52%;
  • Seguimiento y censos: participamos en los censos en varias CCAA. Actualmente se estima que hay más de 520 parejas de Águila imperial en España, y otras 16 recientemente ocupados en dos regiones de Portugal (datos de 2017);
  • Divulgación y sensibilización: especialmente con propietarios de fincas privadas donde residen águilas (el 80% de los nidos se sitúan en terrenos privados) y con ganaderos;
  • Además, los trabajos con el Águila imperial favorecen la conservación de otras especies como el águila real, el alimoche, el buitre negro y los milanos: es el llamado «efecto paraguas».

Y es que las mayores amenazas para las imperiales son la alta mortalidad juvenil por venenos; la electrocución en tendidos eléctricos; la baja productividad por la escasez del conejo; y las alteraciones del hábitat (transformación forestal, infraestructuras, etc.). Y, por tanto, los mayores avances en su conservación han sido la detección y corrección de tendidos eléctricos peligrosos, las campañas antiveneno y la alimentación suplementaria; además del conocimiento de su biología para aplicarla en conservación. Otro dato positivo son los incrementos promedio de 24 parejas al año de los últimos tiempos. Y, recientemente se aprobó una nueva “Estrategia para la conservación del águila imperial en España y Portugal” con objetivos operativos muy concretos*.

Más información:

http://2020.cbd-habitat.com/wp-content/uploads/2018/07/ACCIONES-DE-CONSERVACI%C3%93N-CON-EL-%C3%81GUILA-IMPERIAL.pdf

*Estrategia para la conservación del águila imperial en España y Portugal (Ministerio de Transición Ecológica, 26-julio-2018):

https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/publicaciones/estrategiaconservacionaguilaimperial_es_pt_tcm30-468403.pdf

Foto: juvenil del año de Águila imperial ibérica.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *